Por: Bernardo S. Cisneros Medina
El Poder Fáctico del Crimen Organizado, mantiene en un vilo a México, pues dicho poder no le teme a la justicia divina (Dios), ni a la justicia terrenal (Gobierno Federal), prueba de ello hay bastantes ejemplos, mismos que se repiten desde el 1° de diciembre de 2018 a la fecha, sin que ello quiera decir que tengo interés de atacar sistemáticamente a Andrés Manuel López Obrador, actual presidente de México, o que mi deseo estribe en querer investigar temas de narcotráfico, desaparición forzada de personas, feminicidios toda vez que no es mi función, lo comento en esta columna una vez más en virtud de que millones de mexicanos día con día despertamos y dormimos con el Jesús en la boca y nos preguntamos ¿a quién mataron? o ¿a quién le tocará hoy?
Hoy, quienes son empresarios o quienes somos profesionistas, no podemos trabajar con tranquilidad, ante la amenaza constante de ser asediados por quienes forman parte de los cárteles de la droga que impunemente se disputan el país (México), ante la carente estrategia del Gobierno Federal, así como la inexistente coordinación entre los tres órdenes de Gobierno, para frenar a las bandas de criminales que lo mismo roban, asaltan, secuestran, violan y matan, sin recibir el merecido castigo, en tanto que el gobierno lopezobradorista insiste en no hacerles la guerra a los dueños del Poder Fáctico (Crimen Organizado), mientras que ellos si nos hacen la guerra a tal grado que hasta nuestra tranquilidad nos quitaron.
Ser empresario o profesionista en México ya no es una garantía, debido a que al ser copados por quienes a través de sus cómplices que son más que un ejército, exigen dinero a cambio de no causar molestias, ya que de lo contrario a quien o quienes no aceptan en juicio sumario reciben el baño de plomo, es decir se aplica el adagio o lana o plomo.
No es que sea pesimista, pero está muy lejos y verdaderamente difícil que Andrés Manuel López Obrador, le gane la batalla al Poder Fáctico que hoy en día es amo y señor de prácticamente todo el territorio mexicano, ahora sí que ni con la Guardia Nacional podrá AMLO derrocar a quienes desde las entrañas de la corrupción y la impunidad detentan el cuarto poder en México, un poder que no le teme a nada, ni a nadie, un poder que aplasta a quienes no aceptan ser sus aliados.
Una prueba más la tuvimos el fin de semana en Salamanca, Guanajuato, con el asesinato de Gilberto Muñoz Mosqueda, líder por más de cuarenta años del Sindicato Nacional de la Industria Petroquímica adherido a la Confederación de Trabajadores de México, ejecución que se adjudicó el Cártel Jalisco Nueva Generación que encabeza según las autoridades federales Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, cuya organización criminal advirtió que van por más personajes de la política salmantina entre ellos el ex –alcalde Antonio Arredondo y la actual alcaldesa morenista Beatriz Hernández, esto último de acuerdo a lo publicado el domingo 12 de mayo en el portal de internet de Vanguardia.com.mx
Con el mensaje que difundió en una narcomanta el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que pelea a muerte con el Cártel de Santa Rosa de Lima por ganar el control del Estado de Guanajuato, zona estratégica del huachicol, y de otros estados de la República Mexicana, está claro que la violencia ya es como la vitacilina “en la casa en la oficina, tenga usted vitacilina, a que buena medicina”, así de fácil, así de sencillo, además con el crimen de Muñoz Mosqueda quedó de manifiesto que no solo en Tijuana, Baja California, la violencia se salió de control como hace días lo externó el mandatario federal, lo vimos también días previos al homicidio del líder sindical cetemista en el zócalo de Cuernavaca, Morelos, en donde el solitario Máx, a plena luz del día a balazos, sin pudor alguno acabó con la vida de dos personas, horas después un comando de hombres armados también en el Estado de Morelos, segó la vida de cinco custodios que se dirigían a trabajar a un Cefereso.
No señor Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la violencia, el baño impune de sangre y la lluvia de plomo, insisto no es privativo de Tijuana, Baja California, ya es el pan nuestro de cada día, ya es el desayuno, la comida y la merienda de todos los días en casi todos, por no decir que en todos los municipios, pueblos y los treinta y dos estados de nuestro país, a tal grado remarco que la violencia es la plática cotidiana, por ello las preguntas constantes reitero son ¿a quién mataron ahora? o ¿quién será el siguiente? Ya que lamentablemente en como parte del crimen organizado, están inmersos un gran número de personas que prestan sus servicios dentro cualquier Gobierno (Federal, Estatal y Municipal)
Ahora sí que el Poder Fáctico (crimen organizado) ¡no deja títere con cabeza!
El autor de esta columna ejerce el periodismo desde 35 años, es director del portal de internet www.ensaladadeportivabaja.net y es Licenciado en Derecho, egresado de la Universidad de Tijuana CUT, Campus Altamira.