Sufragio extraterritorial. Experiencias y retos
Uno de los temas emergentes en los estudios sociales y políticos es, sin duda, el del ejercicio del derecho político de votar desde el exterior. Interesa conocer desde diversas perspectivas cómo ha evolucionado la participación extraterritorial de nuestros paisanos. Se puede estudiar desde el ámbito institucional para valorar las estrategias que han seguido tanto el INE como los diversos órganos electorales locales que han asumido la responsabilidad de llevar a cabo el voto a distancia, así como el papel del servicio exterior mexicano coadyuvando en su instrumentación. Pero también, se pueden estudiar las modalidades que ha asumido el sufragio, así como la dimensión política, que va desde las preferencias electorales, hasta el conocimiento de la cultura política de los paisanos.
Para llevar a cabo una evaluación del voto a distancia y conocer los retos para promover la participación, fuimos convocados el pasado 20 de junio al seminario: “Diálogos sobre el voto extraterritorial en México: la evaluación del voto extraterritorial de la elección 2018 y los temas pendientes hacia el 2024”, organizado por el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato y la Secretaría del Migrante y Enlace Internacional del gobierno de Guanajuato. Ha sido uno de los eventos más productivos que se hayan organizado sobre la temática. Ese día, presentamos nuestros productos de investigación académicos, la experiencia del personal del servicio exterior mexicano, consejeros electorales, funcionarios públicos, representantes de migrantes, etc. Se llegó a propuestas importantes para instrumentar con miras a los procesos electorales en puerta y hacia la sucesión presidencial de 2024.
Como sabemos, en 1996 se abrió la puerta para el voto desde el exterior, cuando mediante reforma constitucional se aprobó votar fuera del distrito de residencia. Nueve años después se tuvo la primera reglamentación secundaria que permitió el sufragio para presidente de la República en las elecciones de 2006. La modalidad aprobada sería el voto postal. Ocho años después, en 2014, otra reforma amplió las posibilidades del voto al incluir el sufragio por Internet, el depósito de las boletas en las sedes de embajadas y consulados y, la credencialización en las representaciones de México en el exterior. Además, al voto por presidente de la República se sumó el de senadores.
Resulta muy interesante observar que a la fecha han sido las elecciones de gobernador desde el exterior las que se han multiplicado. Ha habido un total de 20 comicios en 15 estados de la República. Esto quiere decir, que prácticamente la mitad de las entidades contemplan el sufragio de sus paisanos. El estado con más experiencia es Michoacán que lo ha hecho en tres ocasiones (2007, 2011 y 2015). Le siguen la Ciudad de México (2012 y 2018), Colima (2015 y 2016, esta última extraordinaria), Puebla (2018 y 2019, también esta última extraordinaria), Baja California Sur (2015), Oaxaca, Aguascalientes y Zacatecas en 2016, Estado de México y Coahuila en 2017 y Guanajuato, Jalisco, Chiapas, Morelos y Yucatán en 2018.
Durante el evento en las instalaciones del IEEG, supe que dos nuevas entidades al menos se sumarán al sufragio extraterritorial para gobernador en 2021: Chihuahua y Guerrero. Pero, además, la Ciudad de México elegirá a un diputado migrante de representación proporcional desde el exterior. Con lo cual, a la diáspora mexicana se le amplían sus derechos políticos.
Hay coincidencia en señalar que los órganos electorales deben contar con unidades técnicas del voto en el extranjero permanentes con el fin de establecer una comunicación constante con sus comunidades de fuera. No es posible que solo cada tres años se busque que los paisanos se interesen por la vida pública de su país de origen. También, se propone instrumentar el voto por Internet, y de manera combinada el voto en urnas electrónicas, así como mantener la credencialización en embajadas y consulados mexicanos. Hay plena coincidencia de que se deben simplificar los trámites que llevan a cabo los paisanos para poder votar. Como dije al inicio, el interés por analizar el tema del sufragio extraterritorial estará relacionado con la extensión de los derechos políticos de la diáspora.