Tras haber permanecido por más de un año hacinados en un campamento improvisado en el norte de México, un reducido grupo de migrantes llegó el jueves a Estados Unidos para continuar su proceso de asilo, enterrando la política del expresidente Donald Trump que obligó a miles a esperar en el país latinoamericano.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo el jueves que 27 personas habían cruzado el puente internacional hacia Texas, fronterizo con la ciudad mexicana Matamoros, donde las familias esperaron por meses, como parte del controvertido programa Protocolos de Protección a Migrantes (MPP), también conocido como “permanecer en México“.