El gobierno mexicano tiene que tomarse con dos pizcas de sal las vacunas contra covid-19 que le llegan desde China y de Rusia porque a veces esos dos países entregan “con condiciones” y a cambio de “intereses políticos” e incluso “prometen un número y no es lo que dan”, advirtió Juan S. González, director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
La advertencia, de viva voz de uno de los funcionarios de más alto rango de la administración de Joe Biden, viene ante el contraste obligado: ¿por qué los gobiernos de Vladimir Putin y Xi Jinping han entregado más vacunas a México que el de Estados Unidos, socio comercial, vecino y supuesto aliado estratégico mexicano? A la fecha, la diferencia es abismal: con Moscú se han negociado 24 millones de vacunas. Con Beijng, 35 millones.