Poder ver saludables a pacientes que habían sido desahuciados o sin mejorías debido a graves enfermedades es una de las mayores satisfacciones de la doctora Paloma Soto Brambila, quien ha desarrollado una destacada carrera científica en el campo de la genética humana.
Su trabajo la ha llevado a 2 de las universidades más importantes del mundo: la Universidad de Stanford en Estados Unidos y la Universidad de Oxford en Reino Unido en donde tuvo la oportunidad de colaborar con el premio Nobel de Medicina, Peter J. Ratcliffe.
Señaló que gracias a esas estancias trajo al país un tratamiento novedoso que ayuda no solo al diagnóstico sino al tratamiento de pacientes con casos médicos complicados.
La terapia génica, es uno de los tratamientos en el que se programan células cultivadas de manera artificial y se ingresan por millones vía intravenosa, explicó la especialista quien indicó que esta terapia está diseñada de acuerdo a la patología de cada paciente convirtiéndose en una medicina de precisión.
En el caso de pacientes con algún tipo de cáncer, dijo que se utilizan otro tipo de células llamadas NK, y que el tratamiento consiste en obtener células del paciente y se potencializan para que cuando se retornen al paciente sean una quimio biológica y destruyan solo a las células malas.
“Hay pacientes que les habían dado unos meses de vida y están sin molestias ni dolor y estables; otro tipo de tratamiento que tenemos son los exosomas que a diferencia de las mesenquimales y las NK se ponen por billones y van por vena, son secuencias cortas de genes que ayudan a una comunicación intercelular para que se facilite el transporte proteínico dentro del organismo y haya una renovación interna, es como la medicina del futuro porque es segura y no tiene efectos secundarios”, expresó.
Destacó que estos 3 tipos de terapias regeneran en un 95% el organismo porque provienen del mesodermo y se ven beneficiados órganos como corazón, hígado, riñón, páncreas, colon, piel, huesos, cartílagos, entre otros.
Soto Brambila hizo alusión a que en el país la medicina genética es una especialidad joven y poco conocida que se ha visto rezagada y no se ha potencializado en su magnitud.
Indicó que a nivel nacional únicamente hay 40 médicos especialistas en genética que cuentan con estudios de maestría y doctorado.
“La labor del genetista a veces no se conoce en el mismo gremio médico, y un genetista debiera ser el primero en intervenir cuando hay un reto en un paciente difícil de diagnosticar”, comentó la especialista que en fechas próximas consultará en Tijuana.