Restaurantes y otros lugares de ocio volvieron a cerrar hoy en Londres, después de solamente dos semanas de que Inglaterra saliese de su segundo confinamiento, ante un aumento acelerado en los contagios de coronavirus que llevó al gobierno a pedir prudencia durante las fiestas navideñas.
La situación es especialmente preocupante en el norte de Inglaterra, aunque el lunes el gobierno informó de que en algunos puntos del sureste el número de infectados se está duplicado cada siete días.
“Les pedimos que piensen detenidamente sobre los días que vienen y si pueden hacer más para protegerse a sí mismos y a los demás”, dijo el primer ministro Boris Johson en una rueda de prensa televisada.