Hace tiempo no se registraba en Tijuana un asalto a mano armada en una unidad de transporte público, mucho menos alguien había perdido la vida por resistirse a dar sus pertenencias.
Igual de inquietante es por qué de entre los pasajeros, nadie llamó al 911, seguro fue por la desconfianza que hay en las corporaciones policíacas.
Para la autoridad y en redes sociales fue fácil culpar a los médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por no atender al pasajero herido y tuvieron razón, sin embargo, si hubiera seguridad en Tijuana no habría asaltos ni heridos, desgraciadamente el hubiera no existe.
Vamos a los hechos: la tarde del lunes (antier) hubo un asalto a un camión de pasajeros de la línea Verde y Crema, número 320 y un usuario perdió la vida.
Tres sujetos subieron al camión Verde y Crema de la ruta Villa Fontana-Zona Centro, y sacaron sus armas para asaltar a los pasajeros.
Despojaron de sus pertenencias a los pasajeros y uno de ellos intentó defenderse y no entregar sus cosas, por lo que fue herido por los delincuentes y según testigos le dispararon en cuatro ocasiones en el abdomen.
Los delincuentes bajaron corriendo del camión y huyeron, los pasajeros trataron de auxiliar a la persona herida de muerte, por lo que el chofer del camión apresuró su camino para llegar a la clínica 34 del IMSS en el Florido Primera y Segunda Sección y pedir el apoyo de los médicos, no hubo respuesta, el ciudadano se desangró y falleció.
Es claro que hubo desinterés de los médicos del Seguro Social por más argumentos que pongan los directivos regionales de esa institución de salud.
Policías locales dijeron a AJEDREZ POLÍTICO que en Tijuana no solo hay asesinatos entre narcomenudistas como aseguran las autoridades municipales estatales y federales, también hay asaltos y robos, violaciones y feminicidios, lo peor van en aumento.
Ejemplo, los asaltos al transporte urbano masivo que solo se veían en el Estado de México y en la Ciudad de México, y en carreteras del centro y sur del país, llegaron a TIJUANA, y las autoridades calladas, es más, no reconocen que la seguridad los ha rebasado.
Lo sucedido es más que una ALERTA, es una EXIGENCIA a las autoridades policiacas de todos los niveles de gobierno, para que actúen, reconozcan que Tijuana tiene un grave problema de inseguridad.
Se la han pasado presumiendo mes tras mes reducción de incidencia delictiva, pero la realidad, necia, como es, se encarga de hacerle ver a la autoridad que la delincuencia hace de las suyas en cada rincón de esta ciudad fronteriza.