El Consejo de Desarrollo de Tijuana reconoce la urgencia de que Tijuana tenga un transporte público eficiente, capaz de brindar un servicio de alta calidad que pueda abastecer a la población tijuanense; de la misma manera, comprendemos y respetamos el derecho que existe de la sociedad a manifestarse, pero también a privilegiar el diálogo y la no afectación al libre tránsito de la ciudadanía.
La ciudad necesita mejorar la infraestructura de su transporte público; el exceso de unidades, algunas de ellas en malas condiciones, no permiten el desarrollo de movilidad que nuestra ciudad necesita y esto es cada vez más evidente en los tiempos de traslado de los habitantes, en el alto nivel de tráfico, en el aumento de la contaminación y en la generación de multas y retrasos, principalmente para el sector comercial y de transporte.
En esta situación se debe entender que el trabajo coordinado deberá ser fundamental para poder llegar a un acuerdo que beneficie a todas las partes, es decir, la reubicación de los taxis libres y de diversas rutas a puntos estratégicos no deberá afectar su operación y así, se fortalecerá el sistema de transporte, llegando a nuevos puntos, y que serán de gran apoyo para las y los tijuanenses.
Hacemos énfasis en la importancia de la regulación y modernización del transporte público en busca de una mejora sustancial en la movilidad de nuestra ciudad.
Desde el CDT, exhortamos a combatir la mala información y/o desinformación de los líderes transportistas, reconocemos la necesidad de que sus condiciones mejoren y los invitamos a acercarse a las autoridades para el diálogo. Apoyamos el plan estratégico de la Secretaría de Movilidad, que tiene como objetivo beneficiar, como se ha dicho anteriormente, a todas las partes involucradas.
Como organismo, queremos destacar que existen empresas tijuanenses que tienen toda la disposición de apoyar el proyecto que se derive para que la derrama económica no salga de la ciudad ni del estado, evitemos pérdidas millonarias para la región.
Respetamos el derecho de la libertad de expresión, pero debemos, ante todo, privilegiar el diálogo y rechazar en todo momento, la afectación a las y los habitantes de Tijuana.